He vuelto en NO.

"Adorable hechicero, despeja la tiniebla que te rodea y muestrate, ya que estoy seguro de que estás aquí, invisible para mí: ¡traiciónate o aguardaré tu presencia vanamente!". Sorem Kierkeegard. Amigos y amigas. He estado un tiempo separado de estas páginas en cuanto a prosa y lírica. La explicación aunque simentada en un contexto confuso, cuenta con una fenomenología bastante más simple. Aquí estoy. Todo empezó un día que decidí hacer una ligera incursión dentro de los ambientes artísticos-bohemios-académicos locales. Todo en un mismo día. Ya creo haber hablado de mi desprecio por estos nichos, pero admitiendo que ejercen cierto poder de atracción. Pero como circo de bajo presupuesto el hombre oruga es en realidad un sujeto envuelto en una alfombra. Así pues, llegué a la inauguración de una exposición de la que lo único que recuerdo es un televisor sobre un monton de hojas, arena, etc... en fín, el televisor estaba sintonizado en el canal hippie monocromático(Una persona que cuenta con televisión por cable no se siente atraido por la imágen monocromática y monotemática en un televisor de dos pulgadas). Todo parecía ir por el mal camino, cuando llegué a lo que parecía ser un patio casi en penumbras, y lo que podían ser personas tomando cerveza. Me acerco más y sí, eran personas que tomaban cerveza. Pude distinguir algunos escritores locales, artistas, gente del común atraida por el payaso y el lugar donde vendían cerveza. Me tomé algunas, me porte como el pesado de costumbre. En pocas palabras, estaba haciendo mi papel como el guión lo dicta, cuando la ví. Desde ese día y hasta ayer estuve obnubilado por hormonas y fluidos cerebrales. Creo que fue una especie de caida al vacío sin piso. Todo un suplicio para el suicida. Después de llamar cuantas veces pude sin recibir la menor llamada de vuelta, creo que se debe declarar como caso perdido. Pero todo esto conduce al premio de la temporada. He ganado algo. Y es mucha información: Si quiero emular a Kierkeegard no se puede ir mostrando interés desmedido como yo lo mostré. Este interes es interpretado como una muestra de sumisión que el implacable género femenino no perdona. Como verán, todo tiene una explicación aunque nadie la requiera.