DJ Spooky esta muy bién para estos días estilo apocalíptico en Bogotá. Estoy hoy en día tan al tanto de las noticias políticas de la actualidad colombiana, que me pasó algo tragicómico este fín de semana a cuenta de esta nueva afición, que estoy con serias dudas acerca de si me estoy convirtiendo en un Quijote de los medios. Primero que todo debo advertir que mi placer insano por sentir mi estomago retorcido cuando veo al presidente, me ha llevado bajo situaciones de abandono alcohólico, a creer que puedo convencer a las personas para que se pasen a mi bando: A los que despreciamos a este siniestro personaje. Lo que recuerdo de el fín de semana al que me refiero, es que estaba en una reunión (algo aburrida debo decir), donde la mayoría de asistentes eran paisas. Mucha presión. El caso es que le pregunto a una hija del Valle de Aburrá presente en esta fiesta, su opinión sobre el inquilino de la casa de Nariño, a lo que ella responde que está con el ídolo mediático. Pues quién dijo miedo. Empiezo a hablar, en el estado de borrachera que tenía, a citar algunos ejemplos que reforzaran mi argumento sobre la antipatía hacia el presidente como deber patriótico. Me pude ver a mi mismo como un Jorge Eliecer Gaitán en plena plaza pública, y obviamente la amiga de medellín no querra acercarse a mí en el futuro. Gajes de una mente Quijotesca. O Condoritesca si prefieren algunos. De cualquier forma no me gusta el acento paisa, y tener una novia con ese acento, acabaría de un tajo con mis momentos humorísticos de mayor sintonía: mi imitación paisa.